Hasta nuestros oídos ha llegado la última acción traidora y rastrera de los que dicen ser los representantes de les trabajadores en Qualytel. El paro que se iba a realizar el lunes día 15 de junio, finalmente ha sido desconvocado, como paso previo al acuerdo al que piensa llegar con la patronal el sindicato CCOO (que no les trabajadores afiliados a éste).
A pesar de no conocer los derroteros por los que transcurren las negociaciones, este sindicato (la CNT se Salamanca) sabe, al igual que todes les trabajadores que se encuentren en la órbita de la empresa, que el acuerdo al que llegarán patronal y sindicatos será el de no hacer nada ante los despidos propuestos, lograr una indemnización que en ningún caso supondrá una solución al problema de la pérdida de empleos y prometer la conservación del resto de puestos de trabajo.
No hacer nada para evitar los despidos supone desmovilizar a les trabajadores. En ningún momento están decidiendo su futuro, porque hay unas personas que lo están haciéndo por ellos. El boicot, el sabotaje y la huelga son herramientas que tenemos les trabajadores para luchar contra las empresa. ¿Por qué no se utilizan?¿Por qué dejamos a la empresa irse de rositas, sin plantarles cara?
La indemnización máxima ya la ha ofrecido la empresa, por lo que se están delatando en la delirante situación de los despidos, ya que reconocer su improcedencia supone reconocer que estos despidos no son "necesarios para la viabilidad de la empresa". Si los sindicatos "oficiales" se felicitan por lograr esas indemnizaciones, habrá que decirles a la cara lo usureros que son, porque ese dinero ya está en manos de les trabajadores.
La promesa de la conservación de los empleos tendrá fecha de caducidad, a partir de la cual volverán los despidos, hasta lograr el objetivo empresarial de trasladar la "gallina de los huevos de oro" a otro lugar. Nunca nos van a garantizar la permanencia de los puestos de trabajo, y cuando lo hagan será a cambio de dinero en forma de subvenciones regionales o estatales (que ya han recibido en grandes cantidades). Las personas que no salgan de la empresa en esta ocasión, lo harán más tarde. Si no se organizan para combatir la situación actual y solidarizarse con les despedidos de hoy, van a ser les parades de mañana.
Los sindicatos oficiales no van a hacer nada para evitar los despidos. Esto no quiere decir que la organización en los sindicatos no sirva para nada. La unión de les trabajadores en una organización en la que todes tengan la misma capacidad de opinar y decidir, en la que sólo se hagan las cosas cuándo y cómo elles decidan, sirve para muchas cosas. Sirve para hacer frente a la patronal con garantías de éxito. Sirve para aprender a tomar decisiones entre todes. Sirve para darnos cuenta de que juntes somos mucho más fuertes, y podemos lograr grandes cosas.
El problema de las organizaciones que hoy se dicen obreras no son las personas que las componen, al menos en su gran mayoría. Es su estructura jerárquica, sus medios de financiación y su gran parecido con los sindicatos verticales que funcionaban en el franquismo, que otorgan la misma fuerza en las negociaciones colectivas a empresarios y trabajadores, lo que les hace inútiles para la lucha obrera. No contentos con esto, sirven a los intereses de la patronal, como vemos día a día en nuestras calles.
No somos videntes, somos personas que han vivido situaciones muy parecidas. Estas líneas no son proselitismo, son coherencia. No son críticas sin sentido a los sindicatos amarillos, tienen una base bien fundamentada en actos pasados y recientes. La CNT no es un sindicato que represente a les trabajadores, sino que son las personas las que hacen la CNT y se representan a si mismos y mismas. Ante esta nueva agresión del capital, las personas que a día de hoy componemos el Sindicato de Oficios Varios de Salamanca prestaremos el apoyo y la solidaridad que nos pidan les compañeres. Criticaremos toda aquella acción que suponga una burla a los derechos de les trabajadores y nos enfrentaremos a quien haga falta para defender estos derechos.
El anarcosindicalismo vive, la lucha sigue.
A pesar de no conocer los derroteros por los que transcurren las negociaciones, este sindicato (la CNT se Salamanca) sabe, al igual que todes les trabajadores que se encuentren en la órbita de la empresa, que el acuerdo al que llegarán patronal y sindicatos será el de no hacer nada ante los despidos propuestos, lograr una indemnización que en ningún caso supondrá una solución al problema de la pérdida de empleos y prometer la conservación del resto de puestos de trabajo.
No hacer nada para evitar los despidos supone desmovilizar a les trabajadores. En ningún momento están decidiendo su futuro, porque hay unas personas que lo están haciéndo por ellos. El boicot, el sabotaje y la huelga son herramientas que tenemos les trabajadores para luchar contra las empresa. ¿Por qué no se utilizan?¿Por qué dejamos a la empresa irse de rositas, sin plantarles cara?
La indemnización máxima ya la ha ofrecido la empresa, por lo que se están delatando en la delirante situación de los despidos, ya que reconocer su improcedencia supone reconocer que estos despidos no son "necesarios para la viabilidad de la empresa". Si los sindicatos "oficiales" se felicitan por lograr esas indemnizaciones, habrá que decirles a la cara lo usureros que son, porque ese dinero ya está en manos de les trabajadores.
La promesa de la conservación de los empleos tendrá fecha de caducidad, a partir de la cual volverán los despidos, hasta lograr el objetivo empresarial de trasladar la "gallina de los huevos de oro" a otro lugar. Nunca nos van a garantizar la permanencia de los puestos de trabajo, y cuando lo hagan será a cambio de dinero en forma de subvenciones regionales o estatales (que ya han recibido en grandes cantidades). Las personas que no salgan de la empresa en esta ocasión, lo harán más tarde. Si no se organizan para combatir la situación actual y solidarizarse con les despedidos de hoy, van a ser les parades de mañana.
Los sindicatos oficiales no van a hacer nada para evitar los despidos. Esto no quiere decir que la organización en los sindicatos no sirva para nada. La unión de les trabajadores en una organización en la que todes tengan la misma capacidad de opinar y decidir, en la que sólo se hagan las cosas cuándo y cómo elles decidan, sirve para muchas cosas. Sirve para hacer frente a la patronal con garantías de éxito. Sirve para aprender a tomar decisiones entre todes. Sirve para darnos cuenta de que juntes somos mucho más fuertes, y podemos lograr grandes cosas.
El problema de las organizaciones que hoy se dicen obreras no son las personas que las componen, al menos en su gran mayoría. Es su estructura jerárquica, sus medios de financiación y su gran parecido con los sindicatos verticales que funcionaban en el franquismo, que otorgan la misma fuerza en las negociaciones colectivas a empresarios y trabajadores, lo que les hace inútiles para la lucha obrera. No contentos con esto, sirven a los intereses de la patronal, como vemos día a día en nuestras calles.
No somos videntes, somos personas que han vivido situaciones muy parecidas. Estas líneas no son proselitismo, son coherencia. No son críticas sin sentido a los sindicatos amarillos, tienen una base bien fundamentada en actos pasados y recientes. La CNT no es un sindicato que represente a les trabajadores, sino que son las personas las que hacen la CNT y se representan a si mismos y mismas. Ante esta nueva agresión del capital, las personas que a día de hoy componemos el Sindicato de Oficios Varios de Salamanca prestaremos el apoyo y la solidaridad que nos pidan les compañeres. Criticaremos toda aquella acción que suponga una burla a los derechos de les trabajadores y nos enfrentaremos a quien haga falta para defender estos derechos.
El anarcosindicalismo vive, la lucha sigue.
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